Fecha

martes, 23 de julio de 2013

Río Asón (nacimiento)

Puerto de Alisas (abajo Bustablado)
Hola! de nuevo, como ya advertía en mi última entrega, me he dado una vuelta por la España verde, en este caso Cantabria, y aunque he estado en contacto permanente con la naturaleza, esta es la única ruta propiamente dicha que he realizado por la montaña, el nacimiento del río Asón.
Ermita de S. Antonio (inicio/fin de la ruta)
Puente al inicio
Helechos
Prado en la ruta
Entre hayas
Desde Santander nos dirigimos a la localidad de Arredondo, pasando y posando, dicho sea de paso, en el puerto de Alisas (672 mts.).
Llegados a la localidad de Arredondo, nos dirigimos hacia el Collado del Asón, pasamos el caserío de Asón y, a unos 400 metros a la derecha vemos el panel indicador del PR S-14, nos adentramos por la pista de tierra y unos metros más adelante llegamos a la ermita de S. Antonio, donde dejamos el coche y echamos pie a tierra.
Nada más comenzar el sendero, cruzamos el río a la margen izquierda, cerramos la cerca, y ya no dejamos ese lado del río hasta que que no lleguemos a la cascada (si bien mediado el recorrido, se bifurca el sendero, para poder hacerlo desde la margen derecha).
Roble
Descanso a la sombra de un haya
Bifurcación de la ruta
Inicio del canchal
Atravesamos tramos cubiertos de arboleda (hayas, robles, abedules, fresnos etc.), donde el frescor y la sombra serenan el ánimo. Un recorrido salpicado por prados donde hay lo que yo supongo son graneros, establos o, cobertizos para guardar los aperos. 
El paisaje es idílico, a mitad del recorrido llegamos a la bifurcación, y no es nada más que una circular del propio sendero, nosotros elegimos la de la derecha.
La subida al pie de la cascada fue muy dificultosa, puesto que se hace entre un canchal de piedras, eso sí, el entorno precioso entre las hermosas hayas y a la sombra de la vegetación, no obstante mucha precaución sobre todo con los tobillos.
En la bifurcación, sobre el río
Ya la divisamos cerca
Espectaculares hayas
El dificultoso canchal
También decir que el sendero está marcado constantemente por balizas de madera, que están juntas unas con las otras, o sea, que no tiene pérdida.
Llegamos por fin a la cascada, lástima que estuviese tan mermada en lo que a caudal de agua se refiere, ya nos lo dijo una vecina de esa zona, "ya no llueve como antes". 
Los malditos tópicos del norte triste y lluvioso se desmoronan con hechos tan objetivos como éste, así que pinta lo de "mucho ruido y pocas nueces".
El salto es bastante alto, pero en esto de los accidentes naturales todo es relativo, lo que a unos les parece grande, a otros les parece pequeño, lo que a unos les parece bonito, a otros les puede parecer feo, todo es subjetivo, o no.
Sombrío
¡Llegamos!
Buen salto
Merece la pena
Llegados a la cascada un poco de contemplación y continuamos el sendero, tenemos dos opciones, o seguir por el sendero por la margen derecha hasta la bifurcación que mencionaba anteriormente, o, enlazar con la carretera, nosotros elegimos la segunda, para tener una vista algo más amplia del valle, y también porque andamos algo escasos de tiempo y los pies nos lo van a agradecer.
Nada más salir a la carretera y recorridos unos metros, tenemos una gran vista del paredón donde se precipita el salto de agua, preciosa vista, carretera arriba existe un mirador para llegar en coche hasta el lugar.
Vista del valle del Asón desde su nacimiento
Lo importante en la naturaleza es,  tener capacidad para poder comprender que el conjunto de pequeñas cosas agrupadas a su libre albedrío, la hacen hermosa y, saber apreciarlo creo, es una virtud.
Al pie de la cascada
Enlazando con la carretera

¡Malditas moscas!
Un poquito de zoom
Desde la carretera tenemos otra perspectiva diferente, podemos contemplar la verdadera magnitud del valle del río Asón y de las cimas adyacentes, las cuales no sobrepasas los 1.500 metros de altitud, Mortillano (1.411).
Una vez en la ermita, recogemos el coche y a reponer fuerzas, no sin antes pasas por una de las áreas recreativas junto al río y tomar un tentempié.
Cascada vista desde la carretera
Llegamos a Arredondo, preguntamos a un muchacho por un sitio donde comer, y éste nos emplaza a un bar concreto en Bustablado, a unos 2 kms. de Arredondo.
Comimos de lujo, comida casera y trato familiar, encantadora la dueña y su madre que nos trataron con tanta amabilidad.
Un rato de sobremesa tomando café con tan encantadora señora y cogemos dirección para ir a Santoña por Ramales de la Victoria, pero, eso es otra historia.

Más fotografías:

Desde la carretera
Rio Asón
Cerca del merendero
Haya (Fagus sylvatica)
Arredondo

Río Asón en Arredondo

Arredondo

Camino de vuelta

Arredondo

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