Segura de la Sierra

Castillo de Segura de la Sierra, a la derecha el calar de Navalespino

Segura de la Sierra, localidad de la que recibe su nombre esta expléndida sierra, ¿o viceversa?, es igual. Inexpugnable fortaleza tuvo que ser, a su altitud -casi 1.200 mts.- se une su agreste orografía. Por aquí pasaron, griegos, romanos y árabes, siendo provincia marítima para abastecer a la Armada española de madera para la construcción de navíos de guerra -sobre todo- y mercantiles también.

Segura de la Sierra desde Orcera

No se sabe mucho mas, debido a que los franceses -malditos una vez mas, no por franceses, sino por bárbaros-, quemaron los archivos, llevándose con ellos la memoria de este enclave histórico.

Imponente fortaleza
Calar de Navalespino al fondo	Murallas y el Yelmo

Recuperada por Alfonso VIII, en Segura de la Sierra vivió y escribió el poeta Jorge Manrique -no queda claro si nació aquí-, así como otros nobles hidalgos a lo largo de su historia, siendo residencia del Gran Maestre de la Órden de Santiago. Fue declarada Conjunto Histórico Artísctico en 1972, y de la que entre otros, cabe destacar su castillo mudéjar, bien conservado.  El castillo es un altivo fortín en lo alto del cerro que preside Segura, y desde donde se podría vigilar la entrada tanto desde el valle del Guadalimar, como desde el sureste, por Hornos de Segura.

La iglesia parroquial bajo la advocación de Nª Señora del Collado, comenzó su construcción a principios del siglo XVI, devastada por un incendio -otra vez los franceses-  Rompepiedras (Sarcocapnos sp.) fue reconstruida en 1815. Hay quien asegura que podría tener su ascendencia en un templo románico, aunque no hay nada claro al respecto.

	Puerta principal
Otra puerta	Interior

Otra de las joyas de Segura de la Sierra es la fuente imperial de Carlos V, blasonada con el escudo del águila bicéfala del emperador. Esta fuente se encuentra junto a la iglesia y fue erigida en 1511, combinando estilo gótico y renacentista.

Fuente imperial de Carlos V	Escudo imperial

La Plaza de Toros, con su particular silueta rectangular con una esquina redondeada, es otra de las señas de identidad -folclórica, eso sí- de esta bella localidad serrana. Se encuentra junto a la carretera de entrada a la localidad que proviene de Las Acebeas.

Plaza de Toros, al fondo Peñalta
	¿aljibe?

Aquí se encuentra también la casa donde vivió el poeta Jorge Manrique (1440-1470), no se sabe a ciencia cierta si nació en la provincia de Palencia o en Segura de la Sierra, pero si que residió en esta localidad, pues su padre Rodrigo Manrique, administraba la encomienda que encabezaba Segura y que pertenecía a la Órden de Santiago.

Casa de Jorge Manrique

El callejero, tranquilo, sereno, es una amalgama de callejuelas estrechas que están diseñadas para ajustarse a las curvas de nivel del terreno donde se encuentra enclavada Segura, así se racionaliza el desnivel, los escalones hacen el resto. Permanecen algunos restos de muralla y torreones -supongo que rodearía toda la localidad- cumpliendo su función defensiva, como cabe esperar de un diseño típico almohade.

	Geranium
Torreón	Puerta Nueva y Aytº

Cerca de la localidad, en el cerro San Vicente, se encuentra la ermita homónima, que no nos dio tiempo a visitar -otra vez será-, pero si nos acercamos al balcón-mirador, junto a la salida del pueblo, junto a la carretera de Orcera, magníficas vistas, tanto de Segura y su castillo, como de la sierra, sin lugar a dudas se merece una visita.

Jorque Manrique , Yelmo al fondo
Restos de murallas	Segura desde el mirador

MAS FOTOS:

	Torre del Homenaje
Yelmo omnipresente	Murallas
El castillo domina todas la s vistas
	Lagartija ibérica (Podarcis hispanicus)