Aznaitín es uno de esos nombres que pervivían en mi ideario, al igual que topónimos como Somport, Bonaigua, Envalira, etc., aunque en este caso no estaba asociado a la visión de la Vuelta Ciclista a España, sino a otro acontecimiento de mi vida.
A finales de los 80, anduve por una ciudad de la Loma durante casi un año. En aquellas tardes tediosas de estudio, sintiéndome prisionero -régimen interno-, miraba Sierra Mágina y concretamente, a ese cerro de nombre misterioso con reminiscencias árabes que hacía evadirme de la realidad y transportarme mentalmente hasta su cima para engañar mi ansia de libertad.
Resulta curioso que nunca me fijase en el Almadén o Ponce, con siluetas más llamativas, no, siempre miraba al Aznaitín, hoy casi 30 años después, cumplo ese anhelo.
A finales de los 80, anduve por una ciudad de la Loma durante casi un año. En aquellas tardes tediosas de estudio, sintiéndome prisionero -régimen interno-, miraba Sierra Mágina y concretamente, a ese cerro de nombre misterioso con reminiscencias árabes que hacía evadirme de la realidad y transportarme mentalmente hasta su cima para engañar mi ansia de libertad.
Resulta curioso que nunca me fijase en el Almadén o Ponce, con siluetas más llamativas, no, siempre miraba al Aznaitín, hoy casi 30 años después, cumplo ese anhelo.
Después de haber hollado la mayoría de cimas importantes de esta sierra, sólo me quedaba esta, la que antes deseé, ya solo queda Monteagudo y La Serrezuela.
Comenzamos la ruta, por la cara Sur del Azanaitín. Cruzamos el pinar que se ve en la foto superior por la parte derecha para subir por el barranco.
Para llegar hasta el punto de inicio, salimos de Torres en dirección a Albanchez y, en el puerto de Albanchez cogemos una pista forestal a la izquierda, después de 2 kms. llegamos al punto de partida.
Inicio/fin de la ruta |
Afrontando la subida por el barranco |
Tras 1'5 kms. de subida, llegamos a un pequeño collado próximo al ventisquero, donde el aire arrecieba esa fresca mañana que hizo tener una sensación térmica de unos fresquitos 15 grados.
Desde este punto a la primera cima -denominada de Albanchez- solo nos quedan diez minutos. Comentar que desde esta cima a 1.741 mts., tenemos unas vistas increíbles de las localidades de Albanchez de Mágina, Bedmar y su serrezuela.
Enlace a visita a Albanchez de Mágina aquí.
Monteagudo, Cuerda de Mágina y Almadén desde la subida. |
Enlace a visita a Albanchez de Mágina aquí.
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Haciendo un pequeño rodeo a esta cima de Albanchez, nos dirigimos pasando previamente por una sima y un nevero natural, hasta la cima y vértice geodésico del Aznaitín de Torres, con 1.745 metros, es la cima principal de este increible cerro.
Vistas espectaculares desde toda la cresta de este cerro, que aunque parece redondo y compacto, es más como un circo o la mitad de un cráter, con una cresta preciosa.
Junto al vértice geodésico, una caida impresionante y una vista terrorífica, la de los efectos del incendio intencionado de principios de este verano.
Nos dirigimos a la última cima, Aznaitín de Jimena, con 1.669 metros, es la de menor altitud.
Vértice entre Ponce y Almadén |
Nos dirigimos a la última cima, Aznaitín de Jimena, con 1.669 metros, es la de menor altitud.
Promontorio rocoso desde el que echamos un vistazo al valle del Guadalquivir, la Loma y tapado por las nubes, más al norte, la larguísima Sierra Morena.
También unas vistas excepcionales de la Sierra Sur, puerto de las Coberteras, La Pandera y Jabalcuz con la capital del Santo Reino a sus pies.
Preciosa cresta apuntando a la Loma |
Volvemos sobre nuestros pasos para iniciar la bajada por un sendero visible y cómodo en comparación con el camino que hemos traído.
Bajada espectacular por la cara Oeste, que fue lo que más me gustó de esta ruta. Atravesando por la zona quemada, que a estas alturas era pastizal y vegetación de poco porte, pero no por ello menos interesante ni importante.
Bajada espectacular por la cara Oeste, que fue lo que más me gustó de esta ruta. Atravesando por la zona quemada, que a estas alturas era pastizal y vegetación de poco porte, pero no por ello menos interesante ni importante.
Una preciosa y cómoda bajada entre crestones y salientes rocosos, pero con vistas al pinar y al cerrillo del Tesoro, próximo objetivo.
Comenzamos a atravesar el pinar que ha quedado indemne del incendio y llegamos a la pista, en donde improvisamos la ruta que pretendiamos hacer y por indicaciones de un vecino modificamos.
Descendemos por un jorro de saca de pinos y nos acercamos a un minaillo que surte de agua a unos "dornajos" hechos de bidones y esqueletos de nevera, por encima de la fuente de la Zarzadilla.
Descendemos por un jorro de saca de pinos y nos acercamos a un minaillo que surte de agua a unos "dornajos" hechos de bidones y esqueletos de nevera, por encima de la fuente de la Zarzadilla.
Nos dirigimos hacia el collado siguiendo el cordón del Castellar, atravesamos una maraña de majuelos y zarzas para llegar al collado donde encontramos una puerta en la alambrada, Pepe y un servidor, nos desviamos un poco para dar con un sendero que sube al collado, posiblemente desde la fuente de la Zarzadilla.
Pequeña subida por terreno pedregoso hasta el cerrillo del Tesoro, ubicación de una fortaleza de la época emiral de caracter ganadero, refugio de pastores y ganado.
Para más información aquí un artículo.
Para más información aquí un artículo.
Después de unas explicaciones históricas a cargo de Antonio Vazquez y una foto de grupo, volvemos a descender el cerrillo.
Un tramo a nivel bajo el pinar que vemos en el foto inferior, nos conduce hasta el punto de partida. El día ha aclarado y presenta un contraste el cielo azul y las nubes blancas que hubieran dado lustre a las fotos de primera mañana. Debe ser que estoy gafado cada vez que vengo a esta sierra no coincido con días claros, en fin, otra vez será.
El Grupo... yo, detrás de la cámara. |
Cara Sur del Aznaitín y punto de partida de este bonito paseo. |
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