Sí la tarde anterior se nos había hecho de noche en la cuerda frustrando nuestra ansiada puesta de sol, la mañana siguiente nos devolvió la satisfacción de contemplar estas espectaculares vistas desde el Banderillas. Eso sí, después de pasar una heladora noche en el descuidado refugio, dicho sea de paso.
Desde la cercana Sierra de la Cabrilla, hasta Sierra Nevada, la cordillera de Los Agrios o Blanquillo en la Sierra de las Villas.
En dirección Norte a unos escaso 300 metros el vértice geodésico de las Banderillas, al que nos dirigimos, tras abandonar el refugio donde hemos pasado una heladora noche.
En dirección Norte a unos escaso 300 metros el vértice geodésico de las Banderillas, al que nos dirigimos, tras abandonar el refugio donde hemos pasado una heladora noche.
Como intuimos la tarde anterior, el tránsito por la cuerda no representa mayor problema para gente acostumbrada a andar por la montaña, así que en unos minutos nos encontramos sobre el vértice de las Banderillas (1.993 mts.), punto mas alto de la Sierra de Segura.
Desde el vértice hay que retroceder al pequeño collado para descolgarse hacia el Este y enlazar con el sendero, aunque nosotros lo hicimos por la cresta y nos encontramos un tranco rocoso bastante "DIFÍCIL" de descender, pero el track cargado en el GPS nos llevó por ahí.
Recomiendo la opción habitual de descender desde el vértice hasta el sendero, así lo he corregido en la grabación del GPS.
Recomiendo la opción habitual de descender desde el vértice hasta el sendero, así lo he corregido en la grabación del GPS.
Hacia el Este, la majestuosa Sagra emerge entre un mar de montañas que a su vez emergen sobre el vasto altiplano de los Campos de Hernán Perea.
Hacia el N/O los cortados rocosos de las Banderillas que dan hacia el valle del río Aguamulas, impresionantes, también los característicos cuernecillos que vemos a este macizo cuando lo contemplamos desde el valle del Guadalquivir o desde el Este u Oeste.
Enlazamos con el sendero que, doscientos metros después enlaza a su vez con el carril que asciende hasta este macizo desde los Campos de Hernán Perea.
Camino cómodo que nos lleva pegados a los cortados rocosos y que abandonamos antes de llegar al Collado de la Carrasca para llegar a éste último campo a través.
Ya tenemos a la vista el Collado de la Carrasca, bajo el Cerro de Cagasebo a la derecha. Echando la vista atrás, el Calar del Pinar Negro
Cortados hacia el valle de Aguamulas |
Cortados al nacimiento del río Aguamulas y Cortijo de la Fresnedilla |
Pasamos el collado junto a unos "robles" (según se les llama por aquí a los quejigos) en la base del Cerro de Cagasebo.
Descendemos por la cañada en la que encontramos unos bancales. Cruzamos un pequeño pinar y nos encontramos una cerrada en el arroyo, la bordeamos por la izquierda.
Descendemos por la cañada en la que encontramos unos bancales. Cruzamos un pequeño pinar y nos encontramos una cerrada en el arroyo, la bordeamos por la izquierda.
Bordeada esta pequeña cerrada, un pequeño descenso hasta el cortijo de la Tiná de las Hoyas. Una nava encantadora en medio de la nada mas bella.
En este punto enlazamos con el sendero de gran recorrido GR-247 de los Bosques del Sur, este sendero nos facilita el tránsito pues esta muy bien acondicionado, cómodo y bien marcado.
Tiná de las Hoyas |
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Paralelos al arroyo del Hombre transcurre los primeros metros por el GR-247, aunque poco a poco el arroyo se va quedando bajo el sendero.
Caminamos bajo un pinar hasta llegar al collado bajo el Castellón de los Toros, con las Banderillas omnipresentes en todo momento.
Llegamos al collado del Castellón de los Toros, lo cual nos permite echar un vistazo al cercano Majal Alto. A continuación un fuerte descenso algo resbaladizo hasta llegar al cortijo de la Fresnedilla.
Caminamos bajo un pinar hasta llegar al collado bajo el Castellón de los Toros, con las Banderillas omnipresentes en todo momento.
Collado Castellón de los Toros |
Queríamos haber desviado en la Tiná de las Hoyas para visitar el nacimiento del río Aguamulas, pero como siempre, íbamos escasos de tiempo, como en el caso de las Lagunas de Valdeazores, a la tercera será la vencida.
Desde el Cortijo de la Fresnedilla, todo es coser y cantar. Un amplio carril nos llevará hasta la caseta forestal de Bonales, la cual dista 8 kilómetros aproximadamente.
Vistazo a la Piedra del Mulón y la lejana Peña Corva en la vecina Sierra de las Villas. Paso de nuevo junto al Arroyo del Hombre, mas seco que la última visita que le hice hace un par de años.
Vistazo a la Piedra del Mulón y la lejana Peña Corva en la vecina Sierra de las Villas. Paso de nuevo junto al Arroyo del Hombre, mas seco que la última visita que le hice hace un par de años.
La pendiente del camino se va suavizando y llegamos a un anchurón en el valle al llegar a la altura de la confluencia del Arroyo de la Campana. Estamos finalizando la etapa.
Vamos a toda pastilla, no llega a las dos horas lo que hemos tardado desde la Fresnedilla hasta Bonales.
Como único "pero" a este río Aguamulas, es la falta de un sendero que discurra cercano al río, pero en definitiva, la integral es todo un lujazo. Han sido 41 kilómetros llenos de bellos rincones y maravillosas vistas.
Vamos a toda pastilla, no llega a las dos horas lo que hemos tardado desde la Fresnedilla hasta Bonales.
Como único "pero" a este río Aguamulas, es la falta de un sendero que discurra cercano al río, pero en definitiva, la integral es todo un lujazo. Han sido 41 kilómetros llenos de bellos rincones y maravillosas vistas.
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