Naturaleza y Paisajes de España: Circular por La Pandera

La Pandera desde la umbría de Ventisqueros

Con motivo del 50º aniversario de la Federación Andaluza de Montaña en Jaén, se realizó una ruta por la Sierra de La Pandera para celebrar dicha efemérides, zona -dicho sea de paso- por la que nunca había transitado anteriormente.
La sorpresa fue positiva por varios motivos; uno de ellos evidentemente fue por la ruta en sí, el paisaje descubierto y la cercanía a mi lugar de residencia -La Carolina-, no teniendo que hacer un largo desplazamiento. El otro fue la organización del evento -desde aquí felicitar a los organizadores- que hizo que todo fuera un poco más confortable al no tener que preocuparte por la conducción de tu propio vehículo, al menos el tramo entre la capital y Valdepeñas, también por los monitores que vigilaban el normal desarrollo de la misma y por supuesto, la inclusión de un coche de apoyo ante cualquier eventualidad.

Valdepeñas de Jaén

Repecho para alcanzar pista forestal

Inicio pista forestal

La Pandera (1.870 mts.)

En una mañana fría quedamos en las inmediaciones de La Salobreja en Jaén, desde allí hasta Valdepeñas lo haríamos en autobús fletado por la organización, el otro autobús llegaría de la zona de Alcalá la Real. Llegamos al pabellón municipal de Valdepeñas, 0º grados en el termómetro, día despejado.
Éxito de convocatoria a la que acudieron muchos participantes (unos 150 aproximadamente), de diversos clubes de la provincia.
Y comenzamos la ruta, cruzando unas naves industriales salimos del pueblo y metemos mano al primer repecho, así en frío, alcanzamos una pista forestal que durante tres kilómetros nos lleva a media falda por la umbría de Ventisqueros hasta el km. 3'1.
Transitamos por una zona de pinos, vamos ganando altura de forma gradual, en el km. 3'1, dejamos la pista y continuamos por una vereda, piedra suelta, el camino se complica un poquito, ha escarchado y hay algún resbalón que otro.

El Barrancón

Ventisqueros

Grajales al fondo

Llegando al Barrancón

El tramo comienza a ganar en belleza, los paredones escarpados a nuestra derecha imponen, vamos transitando paralelamente a La Pandera, está a nuestra izquierda. Después de otros tres kilómetros de camino, llegamos al puerto de Las Coberteras (1.247 mts.), hemos ganado unos 270 metros de altitud, estamos en el km. 6'4 de la etapa.

Ventisqueros, (El Barrancón), primera puerta señalada en track GPS

Aquí, en el puerto, paramos a comer un bocadillo, junto a la carretera, después de esto, Lina Quesada, con diez ochomiles a sus espaldas, nos dio una pequeña charla sobre sus experiencias montañeras

Continuamos la marcha, cruzamos la carretera y cogemos una vereda, y pasamos junto al pilar del cortijo Nuevo. Por fín hace su aparición el pantano del Quiebrajano, con un color turquesa espectacular, encajonado entre Ventisqueros y la Sierra de Propios, el paraje sugiere placidez, por lo menos a mi.

El Morrón

Quiebrajano será compañero nuestro hasta la subida al puerto de La Nava, sobre todo hasta el poyo que hace las veces de mirador natural.
Pero sigamos la ruta de forma cronológica. Hemos dejado atrás cortijo Nuevo, y la senda que cogemos es un camino de cabras, piedra suelta, blanca, caliza, aquí el otoño en los árboles se muestra en todo su esplendor, cornicabras, majuelos, zumaques, etc., aportan un colorido de tonos dorados y brillante, más adelante nos encontraremos algunos arces granadinos (Acer granatense). Los fotógrafos estamos de enhorabuena antes el espectáculo que se abre a nuestras lentes, retrasamos un "poquito" la marcha, pero, alguien tiene que dar fe la belleza paisajística ¿verdad?.

Panorámica del puerto de Las Coberteras y Peña del Altar

Puerto de Las Coberteras

Las Coberteras

Cortijo Nuevo

Las Coberteras

Comenzamos a ganar altura de forma considerable en un tramo zigzagueante un pelín sofocante que nos llevará a un poyo (km. 8'8) que se encuentra un poquito antes del Puerto de La Nava, estamos rodeando Peña del Altar.

Este poyo o silleta (waypoint Mirador en el track GPS), nos sirve para tomar aliento y afrontar el tramo final de subida a La Nava, no sin antes tomar unas instantáneas con el Quiebrajano de fondo y, foto de familia.

Nos introducimos por entre un bosque de pinos piñoneros y resineros en busca de La Nava, pasamos por una pequeña cañada donde se encuentra la Fuente homónima, esta tiene un letrero indicando que el agua no está controlada sanitariamente, en estos asuntos cada cual que actúe según su propio criterio y responsabilidad, queda todo dicho.

Chopo (Populus nigra)

Rodeando Peña del Altar

Pantano del Quiebrajano

Ventisqueros

Llegamos por fin a La Nava, a algo mas de 1.400 metros de altitud, precioso lugar para recrearse, hemos rodeado Peña del Altar (1.818 mts.) y ya vemos La Pandera desde el otro lado de donde comenzamos. En este punto la organización propone realizar un atajo mas suave en la ruta para los que se encuentra un poco mas cansados y no se crean capacitados para subir al Cagasebo y sobre todo, afrontar la bajada algo más complicada del mismo.
Así que el grupo se escinde en dos, uno que subiremos al Cagasebo y otro pequeño grupo que no subirá y que atravesando La Nava, irá en busca de la casa forestal de La Hoya.

Atravesamos el pinar y comenzamos la ascensión al Cagasebo, por un torcal de piedra en una ascensión corta ganamos el desnivel con respecto a la nava y vôila, llegamos a la cima a 1.587 mts.(km. 11'1), subo la cremallera del anorak, el viento sopla frío y el cuerpo va caliente por la subida y ambas cosas pueden constituir un cóctel peligroso.

Las vistas son impresionantes, divisamos Jabalcuz, el Castillo de Santa Catalina y Jaén parcialmente.

Hacia levante, Torres bajo el manto protector del Aznaitín y, todas las cumbres de Sierra Mágina, Almadén, Cárceles, Mágina, etc. Un poco más cerca, en la Sierra de Propios, Tajos de Las Alcandoras y Grajales, el Quiebrajano nos hace un último guiño, que yo amablemente fotografío antes de emprender la bajada.

Subiendo al mirador

Mirador

Por un espolón a modo de espina dorsal, descendemos desde Cagasebo en dirección a Peña Blanca -un saliente rocoso-, bajada con dificultad moderada, piedra suelta y desnivel importante. Cuando nos encontramos a media distancia entre Peña Blanca y Cagasebo, hacemos un giro a la izquierda por una vereda bien definida, vamos a transitar por zona de umbría por un paisaje bucólico para transitarlo tranquila y silenciosamente, el helor empieza a notarse.

Vamos descendiendo en busca de la caseta forestal de La Hoya donde hemos quedado con el otro grupo para comer (km. 13'3).

La Nava

Subida a La Nava

La Nava

Subida Cagasebo

Tras una breve parada, lo justo para comer, reiniciamos la marcha y la verdad es que viene bien, puesto que con el sudor en la espalda de llevar la mochila, mas el rato de inactividad empieza a molestar el viento que te congela el sudor. Cogemos de nuevo una pista y nos dirigimos todavía por umbría al Puerto de la Hoya, el cual dista un kilómetro aproximadamente.

Llegamos al Ptº. y algunos participantes recogen cartuchos vacios y basura esparcida, posiblemente de tirarle a los zorzales, es gracioso que luego algunos "escopeteros" salgan diciendo que ellos son los mayores defensores de la naturaleza, jajaja, -se han aprendido el discurso políticamente correcto- y encima se hacen las víctimas, generalizar no es nunca bueno, es un porcentaje que desconozco pero que intuyo, seguro que hay algunos cazadores que tienen sensibilidad, aunque esto de los cartuchos está generalizado por donde vayas, lo sé por propia experiencia.

Grajales y Mágina al fondo

Santa Catalina

Nos vamos acercando al final. Comenzamos el descenso del puerto, una estrecha vereda que nos conduce por entre el bosque mediterráneo que un poquito más adelante es reemplazado por olivar.

Donde hay olivos, hay carriles, y después de transitar un breve espacio por uno de ellos, este se convierte en una autopista de cemento que nos llevará hasta el final de la ruta que termina en la carretera junto al paraje conocido como Retiro de Pancorbo.

Bajando, hacia Peña Blanca

Ptº de La Hoya al fondo

C.F. de La Hoya

Cagasebo y Peña Blanca a la izqda.

Terminamos con una hora de adelanto para recorrer un total de casi 17 kms., me hubiese gustado ir un poco mas relajado pero, supongo que es mas difícil calcular la hora para tanta gente, ya que cada uno va a un ritmo diferente.

Antes de terminar quisiera felicitar a los organizadores y al staff que hace posible una ruta como esta, ya que es una responsabilidad grande llevar a tu cargo tantas personas, para mi, que siempre he ido por libre reconozco que debe ser complicado este tipo de actividades.

En resumidas cuentas, ruta preciosa, sorprendido por los paisajes contemplados, y por supuesto, una manera diferente y multitudinaria de echar un día andando por el campo.

Si algun@/s de los integrantes de esta ruta me está leyendo, desde aquí le envío un afectuoso saludo, esperando encontrarnos pronto en otra marcha.