El Caño del Aguadero es uno de esos lugares donde me retiraría de buen agrado de este mundanal ruido. Esta es la segunda vez que doy inicio a una ruta por Mágina desde este idílico lugar que se encuentra a 1630 metros de altitud.
En esta ocasión la ruta tiene como fin alcanzar el techo provincial que no es otro que el pico Mágina, pero para ello vamos a hacer una variante inédita, tanto de subida como de bajada.
En esta ocasión la ruta tiene como fin alcanzar el techo provincial que no es otro que el pico Mágina, pero para ello vamos a hacer una variante inédita, tanto de subida como de bajada.
Antonio Vazquez del Club Deportivo La Pandera de Jaén, nos propuso hacer esta ruta que discurre integramente fuera de sendero, salvo los primeros 800 metros, el resto pateando piedra, piornos y sabinas rastreras.
Atacamos el ascenso a Peña Grajera por su cara Este (Canto de Peña Grajera), una fuerte subida para salvar los algo más de 400 metros de desnivel desde el comienzo del ascenso.
El último tramo es el más complicado, pues tenemos que llegar a trepar algunos tramos. Una vez en la cresta, llegamos cómodamente a nuestro primer vértice, Peña Grajera (2014 m.s.n.m.).
El último tramo es el más complicado, pues tenemos que llegar a trepar algunos tramos. Una vez en la cresta, llegamos cómodamente a nuestro primer vértice, Peña Grajera (2014 m.s.n.m.).
Vistas al barranco del Gargantón que abre el cerro Gordo y cierra el Collado del Puerto en la unión de la Cuerda de los Milagros con la de Mágina (otra de las subidas por la cara sur a Mágina). Hacia el sur, la cresta que nos llevará a Miramundos.
Un par de kilómetros caminando y llegamos al refugio de Miramundos (2077 m.s.n.m.). Echando la vista atrás tenemos una puntiaguda visión de Peña Grajera.
Desde Miramundos, utilizamos el sendero habitual para llegar al pico Mágina, pasando por encima de la Hoya de los Tejos que dejamos a nuestra izquierda, a nuestra derecha el Caño del Aguadero, allá abajo.
Desde Miramundos, utilizamos el sendero habitual para llegar al pico Mágina, pasando por encima de la Hoya de los Tejos que dejamos a nuestra izquierda, a nuestra derecha el Caño del Aguadero, allá abajo.
Desde Miramundos al pico Mágina, casi dos kilómetros. Este tramo es el único que podemos decir que ha discurrido por sendero mas o menos practicable.
Desde este vértice, encaramos la bajada, bueno la primera bajada hasta media falda para dirigirnos en dirección norte a lo largo de la misma.
Desde este vértice, encaramos la bajada, bueno la primera bajada hasta media falda para dirigirnos en dirección norte a lo largo de la misma.
Descendemos del pico Mágina buscando el Callejón de la Gitana, teniendo a la vista los cerros Cárceles, Ponce y Almadén, inconfundibles ambos.
Mirada atrás para una última foto del techo de Jaén y nos adentramos en el callejón de la Gitana, para desde aquí por un coladero, descender hasta media falda.
El cielo se está oscureciendo y los primeros truenos resuenan lejanos, aunque los negros nubarrones los tenemos sobre nuestras cabezas.
Callejón de la Gitana |
Mirada atrás para una última foto del techo de Jaén y nos adentramos en el callejón de la Gitana, para desde aquí por un coladero, descender hasta media falda.
Panorámica del primer descenso, Cárceles y Ponce a la izquierda. |
El cielo se está oscureciendo y los primeros truenos resuenan lejanos, aunque los negros nubarrones los tenemos sobre nuestras cabezas.
Comenzamos un fuerte descenso por el coladero o canuto, fuerte y difícil. La piedra suelta y la pendiente le confieren un punto peligroso.
Tenemos que bajar con sumo cuidado y ojo avizor en donde plantamos el pie, los bastones algunas veces estorban más que ayudan, aunque yo no llevo para tener libres las manos para la cámara.
Vamos en busca de la sima, los piornos y las sabinas rastreras tampoco nos lo ponen fácil.
Bajada por el coladero, sacad conclusiones |
Vamos en busca de la sima, los piornos y las sabinas rastreras tampoco nos lo ponen fácil.
Finalizado el descenso, llegamos a una especie de meseta, ¿nava, sifón gigante? donde se encuentra la sima, que no es más que un sifón gigantesco producido por la erosión del agua.
A partir de la sima, vamos faldeando la ladera norte del Cerro Mágina, entre piedras y plantas arbustivas que hacen fatigoso el tránsito.
Unos cientos de metros después, llegamos a un collado donde cambiamos de vertiente de esta cresta paralela a la cresta principal
Divisamos frente a nosotros el refugio de Miramundos, Piedras del Sol o Morras de los Poyos de Mágina y Peña Grajera.
Entre medias de ambas crestas, una nava pequeña hacia donde nos dirigimos en otro descenso difícil.
Cresta principal |
Divisamos frente a nosotros el refugio de Miramundos, Piedras del Sol o Morras de los Poyos de Mágina y Peña Grajera.
Entre medias de ambas crestas, una nava pequeña hacia donde nos dirigimos en otro descenso difícil.
Una vez en la nava, comenzamos la parte final del descenso por la cañada de La Lagunilla, bajo el cerro homónimo.
Descenso mas suave, menos pedregoso y donde hace acto de presencia otro tipo de vegetación de mayor porte, entre otros, Majuelos (Crateagus monogyna) y la alegría de la tarde; Arces de Montpellier (Acer monspessulanum).
Descenso mas suave, menos pedregoso y donde hace acto de presencia otro tipo de vegetación de mayor porte, entre otros, Majuelos (Crateagus monogyna) y la alegría de la tarde; Arces de Montpellier (Acer monspessulanum).
La frondosidad se va haciendo a cada paso más patente. Hierba verde bajo los arces y majuelos, aunque la tormenta viene a aguar la fiesta, comienza a llover y temiendo lo peor aliviamos el paso.
Lástima no poder disfrutar de esa preciosa cañada. Divisamos los chopos (Populus nigra), señal inequívoca que estamos cerca del final de etapa, el Caño del Aguadero.
Lástima no poder disfrutar de esa preciosa cañada. Divisamos los chopos (Populus nigra), señal inequívoca que estamos cerca del final de etapa, el Caño del Aguadero.
Como dije al principio, el Caño del Aguadero es de esos sitios donde no me importaría residir a temporadas. Precioso, bucólico y tranquilo lugar para disfrutar de la naturaleza y la montaña.
De camino a Bedmar, paso por el area recreativa de la Ermita de la Virgen de Cuadros, donde paro para fotografiar el torreón que preside este increible paraje.
Una vez en Bedmar, unas fotos desde la lejanía de los barrancos del Perú y del Mosquito, y el imponente Cerro de La Lagunilla con la inconfundible figura de Peña Grajera.
De camino a Bedmar, paso por el area recreativa de la Ermita de la Virgen de Cuadros, donde paro para fotografiar el torreón que preside este increible paraje.
Una vez en Bedmar, unas fotos desde la lejanía de los barrancos del Perú y del Mosquito, y el imponente Cerro de La Lagunilla con la inconfundible figura de Peña Grajera.
Nota:Aunque en el track GPS indica que hicimos 12'43 kms., esta medida es errónea, ya que el GPS no estaba bien ajustado, siendo la distancia real un kilómetro más.
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