Esta entrada podría ser la continuación de la que publiqué hace unos años en este blog y que dejo el enlace al final del texto.
Y es que en aquella ocasión me quedé con las ganas de ver Los Melguizos, aunque en esta ocasión solo apareció uno de ellos.
El río Aguamulas nace bajo el macizo de Las Banderillas, y tras un corto recorrido, vierte sus cristalinas aguas en el gran río Guadalquivir.
Y es que en aquella ocasión me quedé con las ganas de ver Los Melguizos, aunque en esta ocasión solo apareció uno de ellos.
El río Aguamulas nace bajo el macizo de Las Banderillas, y tras un corto recorrido, vierte sus cristalinas aguas en el gran río Guadalquivir.
La ruta no tiene misterio alguno, aunque si unas preciosas vistas. Partimos de la Casa Forestal de Los Bonales junto a la que se encuentra su fuente homónima.
La Piedra del Mulón se hace presente a medio camino, una vez rebasado el arroyo del Hombre y su represa junto al carril por el que discurre casi toda la ruta.
El zigzagueo en el carril finaliza y nos encontramos de sopetón con las impresionantes Banderillas, un poco mas adelante llegamos al mirador del Cortijo de La Fresnedill.
Nos dirigimos al cortijo del Cojo de la Fresnedilla, desde donde parte un sendero que en algún tramo es un poquito "comprometido" por la inclinación de la ladera.
Desde aquí ya podemos contemplar Los Melguizos, en este caso solo uno.
Desde aquí ya podemos contemplar Los Melguizos, en este caso solo uno.
Llegamos a un horcajo que forma un arroyo y el río Aguamulas que baja con una bravura impresionante.
Ascendemos por la márgen derecha del río (izquierda según nuestra marcha) con mucho cuidado hasta la base donde se precipitan los Melguizos.
Ascendemos por la márgen derecha del río (izquierda según nuestra marcha) con mucho cuidado hasta la base donde se precipitan los Melguizos.
No quedamos contentos, así que seguimos ascendiendo por una pendiente bastante inclinada que empieza a mostrar algo de nieve, hasta una especie de canuto donde tiene lugar el nacimiento de este corto, pero bravo río.
Un lugar maravilloso rodeado de paredones verticales en cuya base, y por doquier, brota el agua que filtra la meseta de los Campos de Hernán Perea y el Macizo de Las Banderillas.
En mi primera visita creí que los Melguizos eran el nacimiento y que siempre estaban brotando agua, por fin he salido de dudas.
Una magnífica excursión para disfrutar de la piedra y el agua.
Una magnífica excursión para disfrutar de la piedra y el agua.
Nota: Primera entrega del río Aguamulas pinchad en este enlace.
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