Hacía tiempo que me rondaba la idea de cruzar este famoso desfiladero por lo más profundo, por su río. Quería obtener otro punto de vista de esta espectacular garganta, lo que nunca hemos visto, así que esta mañana he puesto manos a la obra.
Desde los Jardines de Despeñaperros donde comienza la ruta, me dejo caer hasta el río, en la confluencia del arroyo de Cuchareros, junto al viaducto de la Autovía del Sur con el mismo nombre.
El primer tramo transcurre por una zona menos agreste, por entre el bosque de galería, con el río remansado, formando algunas charcas. Cruzamos el arroyo de Valdeazores que desemboca en este río. Cuidado al cruzar la vía férrea.
Cruzamos el río a la margen izquierda y caminamos junto al muro de contención de la antigua calzada de la A-4, sentido Madrid, nos aproximamos a Los Órganos, así que el terreno se complica.
En este punto, el desfiladero se encierra entre abruptas paredes verticales de casi 500 metros de altura. Los Órganos por un lado, y el Cerro de Los Órganos por otro (no confundir ambos términos). Mirando al cielo vemos a los buitres leonados buscando las térmicas para elevarse y la silueta de un águila perdicera (Aquila fasciata), ¡gracias Carlos Rossi! por la aclaración.
Bien podría utilizarse como parque temático para hacer las delicias de cualquier geólogo, pues estas rocas metamórficas (cuarcitas armoricanas) se formaron en el fondo del mar hace 500 millones de años.
Al pasar bajo el famoso mirador junto a la antigua N-IV que aún sigue en activo, para deleite de muchos románticos, el río conforma una curva y es cruzado por la vía férrea y antigua A-4, tramo difícil de transitar.
El tramo por el que caminamos (es un decir) está jalonado de pequeños saltos y pozas de agua donde podremos ver algún ejemplar de galápago leproso, culebras de río y otros anfibios.
Al acercarnos a la boca sur del túnel de la antigua calzada, encuentro mucha maleza y tengo que trepar por la margen derecha en busca de la vía férrea. Lo hago a la altura de un muro de piedra junto a unos grandes fresnos.
Con MUCHO CUIDADO cruzo la vía, bajo hasta la autovía fantasma y la cruzo junto a la boca del túnel.
Con MUCHO CUIDADO cruzo la vía, bajo hasta la autovía fantasma y la cruzo junto a la boca del túnel.
Me vuelvo a dejar caer al río de nuevo, y el siguiente tramo transcurre a veces a cielo abierto, a veces bajo la plataforma de asfalto, puesto que el paso es estrecho. Otro tramo difícil donde se hace imprescindible trepar.
El desfiladero se ensancha y doy por finalizado el descenso. Ahora toca la vuelta. Primero, hasta la boca del túnel por la antigua calzada sentido Madrid y al llegar al túnel, lo cruzo por encima por un carril que llega desde la vía férrea hasta el túnel de la N-IV a. (ésta si está en uso).
No entro en el túnel sino que lo rodeo por el antiguo trazado. Luego con mucha precaución camino por la N-IV a. hasta llegar al mirador que todo el mundo conoce.
Con el cañón del río Despeñaperros a mi derecha, continuo hasta el barranco de Valdeazores, otra de las joyas de esta zona, y unos metros mas adelante finaliza mi excursión.
Con el cañón del río Despeñaperros a mi derecha, continuo hasta el barranco de Valdeazores, otra de las joyas de esta zona, y unos metros mas adelante finaliza mi excursión.
Nota:Mucha precaución a la hora de cruzar la vía férrea que yo lo hice en dos ocasiones, aunque la segunda se puede evitar.
¡Se dio bien la cosa! Hace dos años también se me ocurrió trastear un poco por el río, pero no hice un recorrido tan completo como tú. Te gustará saber que la rapaz que viste es un águila perdicera.
ResponderEliminar¡Saludos!
Llevaba tiempo queriendo descender el desfiladero desde abajo y la verdad es que disfruté de lo lindo. Cuando quieras hacemos un safari por cualquier barranco de los muchos que hay en Despeñaperros.
EliminarMuchas gracias por la aclaración Carlos.
Un saludo